El Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes
Cerebrovasculares (NIH) ha publicado
recientemente algunos artículos sobre la enfermedad
de Creutzfeldt-Jakob, también llamada encefalopatía espongiforme o enfermedad de la vaca loca. Asimismo, dio a conocer la importancia de promover información sobre esta patología que afecta a millones de
personas en el mundo por consumir carne
de animales infectados con este mal.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) apoya
este tipo de causas, en las que se busca promover conocimientos sobre padecimientos
que podrían prevenirse, y a continuación explicaremos un poco de qué trata esta
enfermedad.
¿Qué es la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob?
Llamada en inglés Creutzfeldt-Jakob Disease (CJD) es una enfermedad poco común que
es definida como un tipo de trastorno
cerebral degenerativo y su pronóstico es mortal. Este mal neurológico se
presenta de forma hereditaria y es producida
por una proteína llamada prion, cuya aparición es aún desconocida en la
mayoría de los casos documentados.
No obstante, existen tres categorías principales de CJD:
- Esporádica (ocurre sin motivo conocido)
- Hereditaria (por antecedentes genéticos)
- Adquirida (contacto con tejido infectado)
¿Cuáles son los síntomas?
- Problemas con la memoria.
- Cambios en la conducta.
- Inconvenientes con la vista.
- Mala coordinación muscular.
- Demencia.
La mayoría de los pacientes suelen sufrir los síntomas alrededor de los 60 años de edad.
Estos conducen rápidamente al coma y la muerte (gran porcentaje de las personas
con esa enfermedad muere el primer año a partir del diagnóstico).
¿Hay forma de prevenirla?
Existe cierta preocupación de que las personas se contagien
con una de las variantes del CJD por consumir
carne de animales infectados, aunque no hay ningún análisis que confirme
esta sospecha. Sin embargo, es importante conocer que el ganado es uno de los
que pueden adquirir una enfermedad relacionada con esta, llamada “enfermedad de
la vaca loca”, y la NIH recomienda de todos modos estar atento a la procedencia
de las proteínas animales que se coman.
Por Iván Ernesto Moreno Plaza.
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