jueves, 5 de mayo de 2016

Un nuevo robot cirujano vence a un equipo humano en pruebas quirúrgicas

STAR (Smart Tissue Autonomous Robot o Robot Autónomo de Tejido Inteligente) es una máquina que parece haber llevado la robótica aplicada a la medicina un paso adelante, pues este ha conseguido superar a sus contrapartes humanos en la realización de una delicada operación de tejido blando, un campo donde la versatilidad y las habilidades espaciales de los seres humanos siempre han sido esenciales, pero que ahora parecen haber sido reemplazadas por la exactitud tecnológica.

El robot STAR logró vencer a sus contrapartes humanos en las pruebas (Foto: wrcbtv.com)

El Children’s National Medical Center, donde fue creado este robot, ha intentado llevar la automatización a este tipo de cirugías, en la que los galenos siempre han basado el éxito en tres cualidades intangibles, una visión perfecta y experimentada destreza manual conseguida con la práctica y el conocimiento provenientes de una larga carrera de estudios, las cuales han sido emuladas por los procesos de avanzada que procuran velocidad y eficiencia durante la intervención.

El experimento abre las puertas a nuevos usos de esta tecnología (Foto: scientificamerican.com)

Este robot cirujano utiliza tecnología de visión de última generación, marcadores fluorescentes y cámara en tercera dimensión para tener una imagen detallada del sitio donde se desenvuelve la cirugía, y luego de analizada la situación, elige de entre una serie de herramientas y técnicas quirúrgicas programadas en su base de datos, para realizar las acciones solicitadas con precisión, en tiempo récord y con un alto grado de eficacia.

Esta máquina ha conseguido marcar un importante precedente (Foto: youtube.com)

Al experimento al que fue sometida esta unidad, constó de un procedimiento de sutura del intestino de un cerdo (la cual es una prueba representativa de operaciones similares en humanos); fueron sometidos tanto STAR como un equipo de doctores humanos por sus propios medios y otro asistido por otra máquina, el robot quirúrgico Da Vinci, lo que dio como resultado una victoria aplastante del autómata a pesar del movimiento del tejido y los cambios de situación durante el procedimiento.

Autonomía Supervisada, como se conoce a este tipo de aplicaciones, implica que la máquina si debe ser asistida por humanos en algunas artes, de igual manera, el personal de carne y hueso debe estar al pendiente durante el proceso en caso de algún mal funcionamiento, dificultades técnicas, fallas de energía o si alguna pieza resulta dañada.

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